Y la innovación, el nuevo sendero por el cual deberá caminar el sector inmobiliario en el 2018 aparece en forma de datos. La inteligencia de datos o Big Data se comienza así a perfilar como la herramienta que ayudará al sector a llegar al siguiente nivel, ese que debe buscar dar a la demanda exactamente lo que quiere, el vehículo que le permitirá conocer perfectamente bien los hábitos de sus potenciales compradores e inversores.

Partiendo de que la información es poder, para Lamudi, el Big Data para los inmuebles empodera al sector y le permite alinearse a la perfección y con conocimiento de causa con las políticas de desarrollo urbano sustentable que se están promoviendo desde los distintos niveles de gobiernos.

Big Data es disrupción y en el sector, permitirá transparentar la toma de decisiones en un nuevo nivel, permitiendo que la profesionalización se concrete de una forma diferente; más sofisticada y mucho más consciente pues de ahora en adelante, la toma de decisiones se hará luego de conocer a profundidad la zona, barrio, ciudad y estado en donde se desarrollarán los inmuebles.

El año pasado en Lamudi, hablábamos que el gran reto para el sector de los inmuebles en México era diversificar su oferta para alcanzar todos los segmentos de la demanda, dotar a la población con menor poder adquisitivo de vivienda digna, hoy, estamos convencidos de que el Big Data será una herramienta de gran ayuda para lograr este cometido pues permitirá que los inversores desarrollen los inmuebles que realmente se requieren y demandan en la zona elegida.

Las ganancias que el uso de los datos de la supercarretera de la información a favor de los bienes raíces mexicanas significan, no nos cabe la menor duda, llevarán a nuestro sector a un camino de mayor prosperidad y no sólo eso, aportarán a la demanda al tiempo que contribuirán a que las ciudades del futuro en México sean una realidad.