La nostalgia se ha apoderado de nosotros en los últimos años.
¿Puede aportarnos algo nuevo una tendencia que surgió hace más de 20 años?
Simpleza, color y módulos. En los 90 no hacía falta más para tener una web.

Primero volvieron los 60, después los 70, hace unos años fueron los 80 y ahora parece que los 90 están empujando para hacerse un hueco. Y sí, decimos empujando porque es imposible negar que en prácticamente todos los aspectos estéticos de los 90 destacaban la solidez y los bloques de color.

Desde la moda hasta el diseño de las primeras páginas web. ¿Pero estamos seguros de que deseamos rescatar esa tendencia? Lo cierto es que ahora mismo no parece que vayamos a tener ninguna opción para oponernos a ello. Ya se están empezando a notar los primeros ejemplos de este revival noventero.

Las primeras muestras las está dando internet por la inmediatez con la que nos llega y por ser un medio que consumimos a diario. Los que tengan ya cierta edad seguro que recuerdan esas primeras páginas web: un html básico donde todo, desde el punto de vista actual, chirriaba, colores fuertes, bloques de texto muy marcados o textos en negrita. ¿Y si tenías un gif pixelado? ¡No debías dudar en incluirlo! A algunos les provocará nostalgia y una sonrisa; a otros les horrorizará y rezarán para que reine la cordura y se siga respetando el UX y el diseño minimalista… Sea cual sea tu caso vas a tener que aprender a vivir con ello, al menos por un tiempo.

Tampoco hace falta ser tan catastrofista con el brutalismo web. Sí, ha vuelto, y no te pedimos que lo recibas con los brazos abiertos si no quieres… Aunque hay que admitir en eso de impresionar, esta tendencia es maestra.

¿Por qué seguir un canon? ¿Estandarizar todas las webs? Consideremos mejor a cada web como un ejercicio de personalidad, una expresión. No, por supuesto que el brutalismo web no está hecho para todo el mundo. Y sí, concedemos que las páginas de servicios o de compra es mejor que sigan regidas por el UX o si no los usuarios se volverán locos pero… ¿Por qué no seguir experimentando?

Ya son muchas las webs que han decidido apuntarse a este revival. Webs que ahora mismo se llenan de textos en negrita y subrayados de lo más básicos como la página de anuncios de Craiglist, o el rediseño a base de bloques de la web de Bloomberg. ¿Qué pasaría si la nueva tendencia en diseño fuera que no hay diseño? O al menos no como el que entendemos ahora mismo. Cada página brutalista es como uno de esos edificios modulares de los años 50, y el color y los gifs ya dependen de la personalidad o la intencionalidad de la web y su autor.

¿Por qué decir no al brutalismo? Dale una oportunidad a una estética web tan imperfecta como nosotros mismos.